Hoy inicia para mi una aventura en el cibermundo, conciente de los alcances de la tecnologia y la nueva forma que existe de cruzar fronteras en esta era de las comunicaciones, intentare compartir con quien se deje, un poco de lo bello que mi Mexico ofrece a quien desee visitarlo, hospitalidad, sitios, cultura, tradiciones y todo lo que abarque la palabra MEXICO, y quiero empezar por mi estado. Asi que, bienvenidos a este blOg, que espero les guste y les sirva, pero sobre todo, les invite a enamorarse de mi tierra, tanto como orgullosamente lo estoy yo.
Puebla
Un sueño, un milagro, un matrimonio y luego… magia...!!!
Hablemos de Puebla, un valle hecho ciudad, una ciudad convertida en leyenda y al final, una leyenda que cobro vida… podría citar cientos de adjetivos que encajarían a la perfección para describir a Puebla, pero al final solo encontré una “MAGICA”.
Con los primeros soles abrileños que se levantaban sobre el valle de Cuetlaxcoapan (Lugar donde las serpientes cambian de piel), un amplísimo lugar llano, desolado y de muy suaves declives, una verdadera cuna terrenal con sus refulgentes alfombras verdes y reverberantes aguas cristalinas que resplandecían como preciosos crucifijos de plata, obsequiaba a los viajeros españoles y frailes misioneros, no solo descanso del tórrido viaje por mar hasta Veracruz, si no también fuerza y provisiones para el nuevo viaje hasta la Ciudad de México.
La serie de acontecimientos que dieron pie a la fundación de esta bella ciudad, se ha convertido con el paso de los años y las múltiples variaciones que los nativos han agregado, en una de las leyendas mas conocidas en toda América latina y Europa, en definitiva, la comunidad hispanoparlante tiene bien claro de quien hablas cuando citas a “la Puebla de los Ángeles”.
Su fundación se agradece a Fray Toribio de Benavente, un glorioso 16 de abril de 1531, quien fue enviado por Don Sebastián Ramírez de Fuenleal, entonces Presidente de la Real Audiencia de México, para buscar algún sitio adecuado para la creación de la nueva ciudad, una ciudad para españoles.
La leyenda principia, cuando el Obispo de Tlaxcala Julián Garcés, conto a los misioneros franciscanos, que en un sueño ocurrido la víspera del día de San Miguel, los ángeles envueltos en túnicas blancas con listones alrededor que reflejaban en ellos el sol, descendieron del cielo en medio de canticos hermosos, y lo guiaron en medio de frondosa vegetación a un valle rebosante de frutos, atravesado por un rio de aguas tan cristalinas como caudalosas, y mas allá de sus costados otros dos que parecían escoltar al principal, entonces los espíritus celestiales comenzaron a trazar y delimitar la ciudad con hermosos listones bordados de oro que jamás se terminaban y señalaron al Obispo Julián Garcés, donde se tenía que construir la nueva ciudad, la primera y única Angelópolis.
Así que, ya que en el siglo XVI la palabra de un Obispo era sobradamente confiable, los franciscanos se dejaron conducir por el Obispo a aquel paradisíaco lugar ubicado a 5 leguas (25 kilómetros aproximadamente) de Tlaxcala, justamente al campo que habia soñado, y fue aqui donde más tarde se fundaría Puebla.
La historia de su fundación mezcla la leyenda con los hechos, ya que la zona que eligieron estaba delimitada por el cauce del río San Francisco y el Cerro de San Cristóbal (Hoy Loreto y Guadalupe). Ahí edificaron la primer capilla de la ciudad, sin embargo las lluvias torrenciales y el desigual crecimiento del río San Francisco y sus Afluentes, pusieron en peligro la existencia de la nueva ciudad, y para evitar su abandono se decidió cambiar su ubicación y así en el año de 1532 se estableció definitivamente la ciudad en la parte oeste del río San Francisco.
Viéndolo por el lado mas realista, la ubicación de Puebla fue el eje que motivo a la construcción de ella, debido a la inminente necesidad de trazar una ruta comercial segura y más corta entre la Ciudad de México y el puerto de Veracruz, ya que en aquel entonces la afluencia creciente del número de españoles, principalmente mercantes, ayudo a convertirse en una ciudad alejada de los asentamientos indígenas y dedicada al descanso y comercio de españoles.
Fue así como, fundidos en sagrado matrimonio, se unieron la riqueza cultural española con el primitivo misticismo nativo, dando como resultado esta preciosa ciudad.
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